Jacques Ellul: ¡nadie es profeta en su país!

Si efectivamente hay una expresión consagrada para caracterizar la fama intelectual de este académico y teólogo francés, es “nadie es profeta en su país”, desde estas grandes teorías, como la del “tecnicismo” del mundo y su alienación de ella, que será esencialmente retomada y estudiada en el extranjero.

Nacido en 1912 en Burdeos y muerto en Pessac en 1994, este girondino se habrá mantenido fiel a su tierra ya que vivió allí casi toda su vida, no cediendo a los atractivos de la capital para desarrollar su carrera. Comenzó a estudiar derecho en 1930, se convirtió al protestantismo ese mismo año y, sediento de conocimiento, se interesó por el movimiento personalista de Emmanuel Mounier así como por el pensamiento de Marx por su incansable análisis del funcionamiento capitalista. Fue en primer lugar con su amigo de toda la vida, Bernard Charbonneau, que comenzó su afiliación con el personalismo, un movimiento humanista anti-individualista que abogaba por una tercera vía entre el capitalismo liberal y el marxismo.

Los dos amigos participan activamente en esto creando grupos, dando conferencias, colaborando en revistas o publicando un manifiesto. Por tanto, representan el ala más regionalista, más libertaria, más ambientalista y federalista de esta corriente de pensamiento. Pero su experiencia termina después de unos años, luego de desacuerdos cada vez más profundos con Mounier, a quien culpan por su autoritarismo centralizador y catolicismo intransigente…


En lo que respecta a Marx, nuestro hombre se inspirará fácilmente en él para alimentar su pensamiento crítico hacia el capitalismo y el productivismo, e incluso tendrá una cátedra sobre este tema en el IEP de Burdeos durante más de 30 años. Sin embargo, nunca llegará a ser marxista en el sentido generalmente aceptado y mucho menos comunista, ya que reprocha a esta ideología el constreñir al hombre a su papel económico y al régimen soviético por estar en la misma carrera productivista que el capitalismo. Tampoco aceptará los juicios de Moscú ni el aplastamiento de las revueltas populares en Checoslovaquia y Hungría. Partiendo de Marx que otorga un papel fundamental a la economía en la transformación del mundo, Ellul irá más allá ya que partirá del postulado de que este papel lo ocupa en adelante la tecnología. En efecto, se esforzará por demostrar en una serie de obras (La técnica o la apuesta del siglo, El sistema técnico, El farol tecnológico) que de ahora en adelante el hombre está alienado cada vez más en lo “técnico” y esto en todos los ámbitos: economía, finanzas, agricultura, educación, ocio… Nuestro académico explica entonces que los seres humanos estamos aprisionados en el “mito del progreso”, convertidos en esclavos de un sistema que quiere ser cada vez más técnico y que requiere ir siempre más allá en el descubrimiento y el uso global de nuevas técnicas. El mayor peligro es, por supuesto, la deshumanización de las relaciones, pero también el poder incapacitante en acción si el hombre perdiera repentinamente el acceso a este tecnicismo. Verdadera profecía de Ellul cuando vemos hoy el avanzado estado de sumisión en el que estamos bajo el yugo del “sistema técnico”…

Este hombre no limitó su campo de reflexión a este ámbito ya que también escribió sobre el poder deletéreo del dinero, este “Mamón” bíblico o incluso sobre la “ilusión política”, denunciando el engaño del llamado juego democrático.

Pero limitar el trabajo de Jacques Ellul a estos pocos ejemplos sería un error, ya que el autor ha escrito muchos trabajos tanto en el campo sociológico como en el teológico.

Por lo tanto, lo invitamos a profundizar en sus análisis, incluso si algunos de estos libros lamentablemente ya no se publican. Irónicamente, sin embargo, ¡la tecnología de Internet te permitirá tener acceso a la mayoría de sus pensamientos!

Por Jurgen Schmidt

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera

Fuente: https://rebellion-sre.fr/jacques-ellul-nul-nest-prophete-pays/

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