Crear, construir y organizar : Los Círculos Rebelión (Les Cercles Rébellion)
Nuestro periódico ha conocido desde hace un año un auténtico desarrollo. El aumento de nuestros lectores y de nuestra audiencia, revela que existen expectativas para un pensamiento radicalmente revolucionario. Nos ha parecido importante que este interés desemboque en una experiencia militante original y concreta. El lanzamiento de Cercles Rébellion se enfoca pues, a dotar a nuestro periódico de grupos locales para extender la difusión de ideas socialistas revolucionarias europeas. Queremos que estos Cercles sean la imagen de nuestro caminar y que respondan a los retos de nuestro tiempo.
Un trabajo teórico
El Socialismo Revolucionario Europeo nunca ha sido una ideología cerrada o un museo de nostalgias. Nuestro periódico es una encrucijada, un lugar de debates y de intercambios que tiene vocación se ser un polo de convergencias para las diversas tendencias opuestas al sistema capitalista. A la par, nuestro rechazo a todo sectarismo, nunca nos ha impedido exponer claramente nuestras ideas por adelantado. En el transcurso de los últimos cinco años, hemos emprendido un importante trabajo teórico del que da testimonio la importante cantidad de artículos que hemos publicado.
Nos parece importante, en el momento en el que nos adentramos en nuevas iniciativas, profundizar en la definición de nuestro proyecto. Por eso, desde los próximos números, se hará un esfuerzo por explicar lo más claramente posible nuestras posiciones. Un importante trabajo está en marcha para presentaros en los próximos meses una síntesis, lo más completa posible, de la idea Socialista Revolucionaria Europea.
En paralelo a esta vasta cantera teórica, hemos querido lanzar la construcción de una herramienta política. Los Cercles Rébellion no quieren ser un grupúsculo más, sino una estructura militante que responda a los nuevos retos de nuestro tiempo. La crisis de los antiguos partidos centralizados y la incapacidad de las nuevas fórmulas (redes, coordinadoras, forums…) para asentarse en el tiempo y tener peso en los acontecimientos, debe llevarnos a reconsiderar los medios de intervención política. Sin intermediarios mediáticos complacientes ni medios económicos, necesitamos tener una verdadera « guerrilla » Eso no quiere decir que llamemos a la lucha armada o a la creación de maquis. Se trata de desarrollar la idea de que frente al aparato colosal del sistema, hay que adoptar la estrategia de una resistencia ofensiva y organizada. Hostigar y socavar los fundamentos de la dominación, que pasa por la difusión de la información y de la teoría revolucionaria.
No debemos buscar combatir al Sistema en su terreno y con su lenguaje, sino crear las formas adaptadas a la expresión y a la difusión de nuestras ideas. Por ello, los Cercles deben convertirse en el extremo opuesto del aparato estatal. Allí donde reine la resignación, la sumisión, la ignorancia y la jerarquización más estúpida, nosotros oponemos el compromiso, la responsabilidad, la formación y la búsqueda de la acción colectiva. Hacemos nuestra la llamada de Georges Sorel: “Esperando los días del despertar, los hombres avisados deben trabajar para esclarecerse, disciplinar su espíritu y cultivar las fuerzas más nobles de su alma, sin preocuparse de lo que la mediocridad democrática pudiera pensar de ellos”
Una Nueva Generación
El primer objetivo de los Cercles es ofrecer un marco de encuentros y de intercambios a nivel local. En varias grandes ciudades tenemos lectores que no se conocen y que quedan aislados. Crear enlaces entre los diversos individuos es primordial para crear una reflexión y acción comunes. Los Cercles tienen la vocación de ser polos de reagrupamiento que permitan una “repolitización” y una formación militante de personas “al margen” del Sistema. La experiencia de las luchas recientes (movilización contra la constitución europea, contra el CPE y las reformas liberales del gobierno Sarkozy) muestra que una parte, ciertas minorías, pero creciente del pueblo rechaza los valores de la sociedad dirigente. Al mismo tiempo no se siente representada por las formas oficiales de contestación (partidos y sindicatos reformistas, “Extremos”) La difusión de las tesis de ciertos autores (tan diferentes como Alain Badiou, Slavo Zizek, Alain Soral, Serge Latouche, Alain De Benoist, Marcel Gauchet, Jean Claude Michéa…) y el renovado interés por la obra de Kart Marx (liberado de las interpretaciones de “los marxistas” ortodoxos) muestra la posible emergencia de un pensamiento radical.
Esta radicalidad es la imagen de una nueva generación. La que ha conocido la caída del Muro de Berlín y los años del triunfo absoluto del liberalismo ideológico y que ha se ha hecho mayor en la crisis de los 90 y en los terremotos de una sociedad francesa en cambio. Una generación que ha venido a la política rebotada contra un mundo de supermercados y embrutecimiento televisivo, que ha comprendido el papel de los Media como perros guardianes del Capital. Rechazando el juego político clásico y que busca su vía autónoma. Un corte ha tenido lugar entre ella y la cultura del movimiento obrero y con las tentativas revolucionarias de los 60-70. No tiene, pues, ni formación política ni experiencia militante.
Particularmente sensible en el mundo estudiantil y en los « treintañeros » esta revuelta es difusa. No queremos lanzarnos a una recuperación excesiva de esta tendencia. Queremos contribuir a su radicalización dándole un impulso socialista y patriótico en el sentido antimundialista. Aportando nuestra contribución con nuestros modestos medios, en la eventualidad de una nueva fuerza revolucionaria, seguimos una dirección precisa.
No se construye nada duradero sobre la arena
Permitir a nuestros lectores que se agrupen, que discutan y que actúen, implica una organización política. El trabajo teórico que emprendemos actualmente se encamina a dar una coherencia a este itinerario militante. Queremos mostrar que una línea clara no es un freno al desarrollo de una estructura política. Muy al contrario, a diferencia de los partidos oficiales, exhibir orgullosamente nuestras ideas, sin buscar enmascararlas. Consideramos, por otro lado, como primordial hacer de nuestras prácticas políticas el reflejo de la nueva sociedad que queremos forjar. Enlazar teoría y práctica es uno de los principios básicos que queremos introducir en el corazón de los Cercles.
Por ello, no nos posicionamos en una lógica de competencia o de intrusismo respecto de las otras estructuras próximas. No nos consideramos como los detentadores de una verdad última. Estamos preparados, en las ideas y en los objetivos para participar en iniciativas comunes sin sectarismos. La actividad de los Cercles se organizará alrededor de la difusión del periódico. Rébellion debe ser a la vez una herramienta militante y un laboratorio de ideas. Acceso a temas concretos (lucha contra los ataques capitalistas contra los trabajadores, radicalización de los combates de la juventud, antiimperialismo) la acción militante deberá ser el enlace entre nuestras ideas y la realidad cotidiana y local. Por ejemplo, el cierre de una fábrica y su deslocalización no es un por arte de magia, sino la consecuencia de la globalización capitalista. Explicar sin descanso la lógica del sistema para combatirlo mejor y proponer una alternativa concreta (el socialismo) es el objetivo fijado en los Cercles.
Preparar la Revolución, preparándose para la Revolución
No es necesario repetir que somos un pequeño grupo, somos plenamente conscientes de ello; también sabemos que en ciertas situaciones no es necesario ser numerosos para ser un factor desencadenante de un movimiento más grande, la chispa que inflame todo…
Pensamos que nuestro ideal late en numerosos corazones, que el ideal de una sociedad diferente despabilará el sueño de nuestro tiempo. Rechazando convertirnos en una vanguardia separada del pueblo, afirmamos que la lucha de emancipación de los trabajadores será obra de ellos mismos. Que si una minoría hace de despertador, toca a los trabajadores tomar en sus manos y su futuro.
Pero esto implica un compromiso eficaz y constante de personas motivadas y serias que deseen unírsenos. Nunca cavilaremos lo bastante sobre el aspecto interior de la revolución que queremos conducir. Es importante sacar al burgués de tu cabeza antes de “sacarlo del poder”. Esto implica un distanciamiento sin relación con la mentalidad contemporánea. No se consuma la protesta donde no se zapea con los ideales. Es en el tiempo donde se juzga un compromiso; nosotros nos adscribimos al largo plazo con los Cercles. No queremos ser espectadores de los estragos del capitalismo, pretendemos luchar en el seno del pueblo para construir una alternativa socialista revolucionaria europea.